“Nosotros (los agricultores) sacamos pecho para alimentar a todas las personas, pero eso no lo valoramos. Cuando tenemos que comprar pensamos en ir al supermercado, pero nunca pensamos en cómo llegaron esos productos ahí”
Rocío Sauñe
Agricultora de SapallangaLa relación entre arte, cultura y agroecología ha tenido, tradicionalmente, diversas manifestaciones en contextos rurales, campesinos e indígenas. Desde expresiones originales y dinámicas de múltiples procesos creativos relacionados con la gestión del paisaje natural y los recursos del territorio habitado por las comunidades, hasta las manifestaciones de lucha y movimientos sociales, así como los desafíos adaptativos para la producción agroecológica.
Agricultores como Rocío confrontan y cuestionan nuestras elecciones alimentarias como ciudadanos urbanos, al mismo tiempo que ponen en entredicho la pertinencia de nuestras acciones como técnicos de proyectos. ¿Por qué un ciudadano no comprende los desafíos que enfrentan aquellos que producen la papa amarilla que compra en el supermercado? ¿Por qué quienes toman decisiones parecen tan alejados de los que sostienen nuestros sistemas agroalimentarios? ¿Cómo podemos generar un espacio de encuentro? ¿Cómo podemos utilizar herramientas atractivas para la sociedad civil que la invite a la reflexión y acción?
Estas fueron algunas de las muchas preguntas que suscitaron el esfuerzo colectivo para organizar el primer Festival ALIMENTERRE en Perú, llevado a cabo en Lima en octubre de 2023. El mayor logro de esta edición fue el encuentro de los actores de nuestros sistemas alimentarios: agricultores, consumidores, expertos y tomadores de decisión, quienes pudieron discutir, reflexionar, confrontarse y retroalimentarse. El festival fue una iniciativa del proyecto “Alimentación sostenible en el Perú”, ejecutado por Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras – AVSF, y financiado por la Embajada de Francia a través de los Fondos de Solidaridad para Proyectos Innovadores (FSPI) del Ministerio francés de Relaciones Exteriores. Sus principales aliados son agricultores que enfrentan grandes obstáculos en su día a día. Procedentes de diversas regiones como el valle del Chillón, el valle del Mantaro o Piura comparten desafíos comunes en su lucha por producir alimentos saludables, preservando el medioambiente y ofreciendo productos de calidad a precios justos.
En mayo de 2023 se vivió una experiencia cinematográfica con la proyección de “La paradoja del hambre”, seguida de un debate reflexivo en el que participaron un experto en seguridad alimentaria y una productora agroecológica del valle del Chillón. Yanina Loayza Romero, integrante de la Asociación de productores ecológicos del valle del Chillón, compartió su experiencia sobre los desafíos que enfrentó para aprender a producir productos agrícolas sin el uso de pesticidas y para adaptar sus técnicas en un entorno altamente contaminado. El interés generado entre la ciudadanía, agricultores y expertos superó todas las expectativas y propició un enriquecedor intercambio de ideas. Esta experiencia demostró la pertinencia de apostar por algo más grande y complejo, en el que los ciudadanos puedan cuestionar sus acciones e intercambiar propuestas.
Inicialmente planeado como una feria de productores, se decidió adoptar el formato del festival ALIMENTERRE, lo que nos permitió explorar numerosas posibilidades creativas en torno al cine, exposiciones fotográficas, ferias y encuentros.
El festival ALIMENTERRE nació en Francia en 2007 (https://www.alimenterre.org/le-festival-alimenterre-0). Desde entonces, se ha expandido a más países y continentes, convocando a la sociedad civil y llamándola a la reflexión sobre sus formas de alimentarse. Esto se hace a través de piezas audiovisuales que documentan las realidades agrícolas en diferentes lugares del mundo, así como las luchas cotidianas de los pequeños agricultores que alimentan al mundo. La edición peruana del festival se inauguró el 10 de octubre de 2023 con un conversatorio sobre la vulnerabilidad de nuestros sistemas alimentarios. Al día siguiente, la proyección inaugural de “Sembradoras de vida” nos hizo conocer la historia de cinco mujeres agricultoras en su lucha por una agricultura orgánica y tradicional, resaltando el papel clave de las mujeres en la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. La película generó el conversatorio “Mujeres agricultoras: defensoras y gestoras del territorio” y el público pudo dialogar con Rocío Sauñe, agricultora de Sapallanga, Huancayo, quien lidera la feria semanal “Mercados campesinos de Sapallanga”, es integrante de la asociación local de productores, y reconocer su importante papel y esfuerzo en la alimentación de nuestro país.
Las proyecciones continuaron con películas francesas como “En el nombre de la Tierra” y “Goliath” que ponen a la luz la resistencia, y la defensa de los agricultores por sus derechos y su integridad. Así también, se proyectó “La era del Buen Vivir”, que explora las estrategias de las poblaciones mayas actuales para construir soluciones de cara a una globalización de consumo.
En el último día del festival, se proyectó “¡En el campo!”, que destacó las iniciativas agrícolas resilientes en el valle del río Chillón y los esfuerzos de productores locales para promover la agroecología en un contexto de presión urbana y fuerte uso de pesticidas. Esta película generó un animado debate entre el público, y permitió un mayor entendimiento del papel de la agroecología para construir una sociedad sostenible. Esta edición del festival fue un esfuerzo colectivo destinado a fomentar el intercambio entre agricultores y la sociedad civil, a fin de promover conceptos como la agroecología, el comercio justo y la juventud rural a través de diversas herramientas de sensibilización: cine, exposiciones fotográficas y conversatorios. Los festivales que integran diferentes formas de arte se convierten en espacios de sensibilización y generación de ideas, que terminan siendo apropiadas por aquellos que trabajan la tierra y también por quienes consumen sus productos y desean contribuir a la construcción de sistemas agroalimentarios sostenibles.
La relación entre arte, procesos creativos y agroecología se basa en la mutua influencia que enriquece los conocimientos, las prácticas y los movimientos sociales. Estos campos comparten una profunda conexión con la creatividad, la observación y la apreciación de la naturaleza, lo que contribuye a la construcción de otros horizontes posibles. Es importante reconocer el potencial de estas prácticas para generar conciencia y catalizar el cambio social, así como entender cómo el arte y la cultura pueden ser herramientas efectivas para transmitir mensajes sobre la importancia de la agroecología y la sostenibilidad. Finalmente, la intersección entre arte, cultura y agroecología contribuye a la transformación cultural y la visión de la ciudadanía, desafiando las percepciones tradicionales sobre la agricultura y el papel de las comunidades agrícolas en la sostenibilidad alimentaria.
Autoría:
Jhoselyn Castro Martínez
Coordinadora del proyecto “Alimentación Sostenible en el Perú”. Especialista en desarrollo agrario e ingeniera agrónoma. Comprometida con la promoción de la agroecología, la democratización de una alimentación sostenible, y la generación de espacios de reflexión con la sociedad civil.
j.castromartinez@avsf.org