En la región de las Savanes, al Norte Togo, los efectos de los imprevistos climáticos y de las actividades humanas generaron una crisis de fertilidad de los suelos. Eso afecta los rendimientos agrícolas y por consiguiente los ingresos de las familias campesinas. En otro lugar, las organizaciones campesinas son todavía jóvenes y acceden difícilmente al mercado para vender los cereales y las verduras. Así, la región de las Savanes agrupa las situaciones de pobreza, de inseguridad alimentaria y de degradación medioambiental.
2000 campesinos y campesinas miembros de 7 Uniones cantorales de productores de cereales benefician del proyecto.
El objetivo general es de luchar contra la degradación de las tierras en la región de las Savanes por el desarrollo de una agricultura sostenible para el medioambiente y económico y socialmente.
Se trata específicamente de:
- Restablecer los suelos y los medios degradados por la implementación de sistemas de cultivos resistentes y de prácticas agrícolas sostenibles. Así, para fertilizar naturalmente y sosteniblemente los suelos, se formaron 250 personas que cavaron un hoyo para la producción de compost. Para el transporte, 60 grupos (de 3 a 5 personas) beneficiaron de carros con asno.
- Mejorar la resiliencia de las explotaciones agrícolas frente a los cambios climáticos y económicos por la diversificación de las producciones. Se trata, por ejemplo, de desarrollar la horticultura ecológica en temporada seca: la implementación de 3 fondos bajos con pozos permite mejorar la disponibilidad de agua para valorar la contra-temporada con la horticultura (tomate, cebolla) y la realización de formaciones sobre los plaguicidas bío.
- Fortalecer las capacidades de los actores y favorecer la concertación regional. Se formaron 100 técnicos y agricultores en agroecología por el CIRAD y el ESA-Angers.
La Unión Europea, la Agencia Francesa para el Desarrollo, la CFSI-Fundación de Francia y la Fundación RAJA.