El proyecto se ubica en los cantones Cayambe (Pichincha) y Otavalo (Imbabura), cantones con predominio rural (56 %, 70 % y 62 % respectivamente) y alta presencia de pueblos y nacionalidades indígenas kichwa (33,9 %, 26,4 % y 57,2 % respectivamente).
En la zona la agricultura familiar es predominante, la mayoría de los campesinos producen para el autoconsumo y venta de un producto para el mercado que les permite obtener ingresos para cubrir sus necesidades. Muchos productores ante la falta de capacitación e incentivos pertinentes hacen uso inadecuado de agroquímicos y tienden actualmente al monocultivo (flores) que incide en el empobrecimiento de suelos, contaminación del agua, con consecuencias en la productividad y pérdida del patrimonio, así como alto riesgo por dependencia económica y de mercado.
Frente a las limitadas oportunidades en sus territorios la migración y abandono del campo hacia las ciudades se ha incrementado. La alta presencia de empresas florícolas en la zona, si bien aumenta los índices de empleo genera otras problemáticas incluso de salud, disputa por el acceso a la tierra y al agua para la producción de alimentos. Situación que enfrentan todas las organizaciones campesinas del cantón Cayambe y Otavalo y en el caso particular de la UNOPAC que mantiene su molino operativo más de 20 años captando la producción de granos y cereales andinos para darles valor agregado, garantizar la provisión de granos y cereales es cada vez más difícil, razón por la cual necesita diversificar la producción y ampliar su mercado para garantizar la sostenibilidad de la planta.
El proyecto busca motivar y fortalecer la transición de pequeños productores familiares hacia la producción agroecológica que permita la construcción de territorios rurales sostenibles, para esto se propone:
- Un proceso de capacitación, incentivos para implementar sistemas agroecológicos, mejorar la nutrición y la seguridad alimentaria, el apoyo a las cajas de ahorro para impulsar sistemas de crédito, capital semilla y/o contar con capital de trabajo para la comercialización asociativa.
- Repotenciar la planta de procesamiento (Centro de Valor Agregado – CEVA) de granos y cereales andinos de la UNOPAC, diversificando su oferta de productos y convirtiéndola en una empresa campesina.
- Mejorar la postcosecha y dar valor agregado a los productos y a la par diseñar estrategias de mercado que permitan vincular la producción campesina a circuitos cortos de comercialización u otros canales de comercialización.
- Fortalecer las capacidades de jóvenes y mujeres para la gestión de la empresa campesina u otros emprendimientos de sus organizaciones; y en coordinación con las dirigencias se desplegar espacios de participación y consulta para el desarrollo de propuestas y/o acuerdos para la implementación de mecanismos que contribuyan a mejorar la comercialización asociativa.
Todo esto con énfasis en el enfoque de género, generacional, impulso a la transición agroecológica valorando conocimientos ancestrales y aplicando nuevos conocimientos y técnicas, así como el fortalecimiento de capacidades de los productores principalmente de mujeres y jóvenes para que puedan sostener los procesos de valor agregado, transformación y postcosecha garantizado la sostenibilidad de las organizaciones productoras y de la planta de procesamiento Centro de Valor Agregado – CEVA.