El objetivo de este proyecto es contribuir a través de experiencias concretas a nivel subnacional a la capacitación de jóvenes con el fin de activar su participación en sus organizaciones y en la gestión política local, para incidir en la defensa de sus territorios y en procesos económicos más sustentables, inclusivos y equitativos.
Las juventudes rurales, hombres y mujeres actualmente tienen mayor nivel educativo (apertura para la innovación, mayor cercanía y manejo de las nuevas tecnologías…), sin embargo, se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad en relación con sus pares urbanos pues tienen menos acceso a educación de calidad, el analfabetismo llega al 5,7% a nivel nacional y afecta al 10,30% de la población rural (CNII, 2015); tienen menos oportunidades laborales, solo 26,7% de hombres y el 16% mujeres rurales tiene un empleo adecuado; frente al 49% de hombres y 44% de mujeres urbanas (INEC; 2020) .
Además las zonas rurales están siendo afectadas por la expansión urbana, el extractivismo, los cambios en el uso del suelo, la apropiación de las tierras (46,3% de las tierras son propiedad del 0,68% de la población), la explotación minera y petrolera (37,5% del territorio nacional y más del 60% de los territorios de pueblos y nacionalidades están concesionados para dichas actividades); lo cual abre nuevas brechas, incrementa las desigualdades, expulsa a los jóvenes del territorio, contamina el agua, el ambiente.
Con estas consideraciones, el proyecto propone un trabajo con la Unión de Organizaciones –campesinas de Esmeraldas UOCE con el propósito de apoyar el fortalecimiento de una de sus acciones claves como es la Universidad campesinas Utopía Popular, espacio de educación donde se forman más de 120 jóvenes anualmente; la Red de jóvenes de Choco Andino que localizada en la séptima Reserva de Biosfera (RB) del Ecuador que impulsa la producción sostenible, activismo, género, comunicación y turismo responsable con el propósito de consolidar la región como un territorio productivo, sustentable y biodiverso; y el Comité Territorial de la Ruta Escondida integrado por diferentes actores del territorio, quienes con el apoyo de la SERD y AVSF impulsaron la constitución del Bachillerato Técnico en Agroecología; y que actualmente bajo el liderazgo de la Secretaria de Educación, Recreación y Deporte del Municipio de Quito impulsan la puesta en funcionamiento del primer bachillerato agroecológico del país para el año lectivo 2022 – 2023.
En ese sentido y en sinergia con las acciones propuestas por el proyecto se espera contribuir y fortalecer los liderazgos y capacidades de jóvenes hombres y mujeres, promover actividades productivas que contribuyan a la constitución de sistemas agroalimentarios sostenibles, impulsar la educación técnica, defender el territorio de la minería, generar fuentes de empleo e impulsar la asociatividad y los emprendimientos juveniles con identidad.
Acciones
– Articulación interinstitucional y coordinación con el Comité Territorial y la SERD para poner en marcha el Bachillerato Técnico en Agroecología en la Ruta escondida u otra zona de incidencia del proyecto, acompañamiento a la UOCE para el fortalecimiento de su propuesta de formación alternativa en agroecología en beneficio de los jóvenes rurales de la provincia de Esmeraldas; desarrollo de una oferta educativa para docentes y sabios de educación media y superior en Pedagogías para la enseñanza agroecológica en alianza con la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas “Amawtay Wasi”.
– Construcción e implementación de una propuesta de incidencia para contribuir en la campaña “Yo Si Firmo” para la consulta popular y la prohibición de la minería en Quito.
– Apoyo a 6 iniciativas productivas individuales y/o asociativas administradas por jóvenes de las organizaciones beneficiarias del proyecto con el propósito de contribuir su fortalecimiento y a la generación de ingresos.
Resultados esperados
– Fortalecimiento del acceso de los Jóvenes, principalmente mujeres, al bachillerato técnico en agroecología, u otro pertinente al territorio.
– Fortalecimiento al corto plazo de propuestas asociativas, generadoras de trabajo para los jóvenes, en particular mujeres.
– Generación de espacios de intercambio entre organizaciones juveniles para activar la participación de los jóvenes.