Agriculturas indígenas y campesinas, identiidad q’eqchi’ y construcción territorial : re-tomando el camino de la diversificación
Producido por APROBA-SANK y AVSF en Guatemala luego de varios años de cooperación conjunta, este libro es el relato de la historia de lucha de comunidades indígenas q’eqchi’s en Guatemala para volverse «visibles» y recuperar su identidad, su autonomía cultural y económica, con el fin de defender su territorio,hoy amenazado : diversificación de cultivos, concursos campesinos para recuperar y mejorar prácticas ancestrales de cultivo, reconquista de los mercados urbanos, catastros participativos para delimitar y defender el territorio y planificación concertada del uso de sus recursos naturales, etc. No cabe decir más: los resultados presentados en este libro, documentados hasta en lo económico, demuestran la pertinencia de la vía elegida por estas comunidades, hombres, mujeres y jóvenes, para delinear y asegurar su futuro, promover una agricultura campesina diversificada, en fin, un desarrollo equitativo y justo de sus territorios.
Esta capitalización de experiencias es tan sólo un elemento entre un conjunto de acciones encauzadas hacia la caracterización y consolidación de los fundamentos de las comunidades q’eqchi’es en la Franja Transversal del Norte. Esta vez el enfoque fue sobre la economía comunitaria basada en una agricultura que va en vías de diversificarse e intensificarse, y que logra proveer una vida digna a las familias y a las comunidades indígenas. Siglos de discriminación y despojo sin embargo, impide ver esta base económica sustentadora funcionar sin un apoyo como un innovador Programa de Incentivos Campesino – aquí propuesto.
Una parte importante de este documento está enfocada en la formulación de una propuesta de mecanismos para incentivar las actividades familiares enmarcadas en lo que llamamos la “agricultura diversificada”. Para demostrar la eficiencia de este modelo, intentamos explicar la viabilidad económica de la propuesta descifrando su esquema. Los datos producidos confirmaron la rentabilidad y la viabilidad del modelo que van construyendo las familias q’eqchi’es de Chisec y Raxruhá, con alto grado de generación de empleos y de productividad por área. Permitimos que los datos hablaron por sí mismos, al igual que las familias, y que las convicciones propias quedaran en los márgenes. Con ello pretendemos convencer a actores influyentes en las políticas del Estado del buen fundamento de esta propuesta.