El desarrollo cacaotero peruano: estrategias para promover y fortalecer la cadena productiva del cacao
En octubre de 2009, el Salón del Chocolate de París, la mayor reunión anual de expertos y especialistas en chocolate a nivel internacional, dio un anuncio que puso el nombre del cacao peruano en los titulares de la prensa por primera vez.
La Cooperativa Tocache, una pequeña organización de productores de la selva peruana, ocupó el primer lugar como el mejor cacao de aroma en un concurso en el que países de todo el mundo participaron con sus mejores muestras. Pero no fue sólo la Cooperativa Tocache; otras tres organizaciones de agricultores peruanos ubicaron sus granos de cacao entre los diez primeros lugares en otras categorías que reconocían el sabor frutal, a madera y a miel.
La noticia tomó por sorpresa a la población peruana, que hasta ese momento no sabía que en sus tierras se cosechaba un cacao de calidad que ya era utilizado por reconocidos chocolateros del mundo. Poco a poco, los peruanos supieron que el Noir Intense Force Brute, producido por la empresa Alter Eco, era producido con cacao peruano de la selva de San Martín. La empresa suiza Barry Callebaut, líder indiscutible en la producción de chocolate, sostuvo que el cacao de la comunidad peruana de Alto El Sol era de la más notable y alta calidad, opinión que fue refrendada por Willy Geeraerts, un reconocido catador de chocolate.
De pronto, el “boom” del cacao peruano empezó a sonar fuerte en los medios de comunicación y en la opinión pública. Las autoridades nacionales, regionales y locales destacaron la potencialidad del cacao como producto exportable y la posibilidad de llegar a nichos de mercado con él. Pocos sabían, sin embargo, que estos triunfos eran el resultado de la intensa labor de diversos organismos de desarrollo internacional e instituciones públicas, que trabajaron concertadamente durante años para dinamizar el sector cacaotero peruano, respetando al principal protagonista de esta cadena: al productor.
Uno de los protagonistas de ese proceso fue Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras (AVSF), quien desde el 2005 implementó el proyecto PROCACAO, “Fomento de la Competitividad del Sector Cacaotero en el Perú”, que tuvo como principal objetivo el desarrollo integral de la cadena productiva del cacao y el empoderamiento de los pequeños productores a través de organizaciones campesinas con capacidad de lograr políticas públicas a favor del sector. Este proyecto contó con el apoyo financiero de varias instituciones entre ellas la Fundación DOEN, la Fundación Rabobank de Holanda, y la Agencia francesa de desarrollo.
Este documento, resalta los principales logros de la estrategia de AVSF, que sin duda fue clave en el proceso de concertación y trabajo en el campo que permitieron clave en el proceso de concertación y trabajo de campo que permitieron el boom del cacao peruano.