AVSF y el comercio justo
Para un comercio justo al servicio de las organizaciones de productores
Texto de referencia AVSF
El comercio justo certificado fue impulsado en un contexto de crisis (fin de los años ochenta – inicios de los años noventa), generado por precios bajos y una gran dificultad enfrentada para los pequeños productores para acceder al mercado. Cabe constatar que luego de dos décadas, el comercio justo ha conocido un crecimiento y una evolución considerables, mucho más allá de las expectativas de los que lo impulsaron. Al lado de un número importante de organizaciones de productores en los países del sur (más de 50 a la fecha), AVSF ha sido testigo del impacto del comercio justo certificado Max Havelaar-FLO sobre las economías locales marginadas con efectos como el incremento y la estabilización de los ingresos, la generación de empleos, el mejoramiento del acceso a servicios sociales,… Esto es aun mas significativo cuando se combina con medidas que permiten crear un entorno favorable a la producción (apoyo técnico, acceso a crédito, capacitación, infraestructuras,…) y a la participación activa de organizaciones de productores, que, además de ofertar servicios a sus asociados, defienden sus intereses tanto en sus países respectivos como al interno del sistema de comercio justo Max Havelaar-FLO.
A lo largo de estos años no obstante, las bases del comercio justo han sido sacudidas por un fuerte crecimiento comercial, la inclusión de nuevos modos de producción, la participación creciente de multinacionales agro-industriales y de los supermercados, así como el surgimiento de nuevos sistemas de certificación. Todas estas evoluciones han originado cuestionamientos por parte por un lado de los pequeños productores, preocupados por el rol que desempeñan hoy en día y podrán desempañar en el futuro dentro del comercio justo, y por otro lado por los consumidores del norte, quienes, reactivos a los precios y a las garantías, están atentos al respeto de los fundamentos del comercio justo. La evolución de las relaciones de poder y de los roles de los diferentes actores dentro de las cadenas de valor del comercio justo, se ha producido a expensas de los pequeños productores y de los operadores comerciales que se han involucrado históricamente en la defensa de un comercio justo asegurando una repartición equitativa del valor agregado, favoreciendo y protegiendo las agriculturas campesinas. El mayor reto del comercio justo hoy en día, y pues del sistema de certificación Max Havelaar-FLO y de las nuevas iniciativas de certificación en proceso de desarrollo, reside en el modelo agro-industrial por fortalecer.
Con el presente texto de referencia, AVSF busca por una parte poner a disposición de sus equipos técnicos y sus socios en el sur, un medio de información y formación sobre el comercio justo, lo más sintético, completo y actualizado posible. Por otra parte, gracias al sustento dado y a un posicionamiento institucional claro, AVSF pretende contribuir activamente a las reflexiones, los trabajos y debates sobre los retos actuales y venideros del comercio justo. La asociación busca entre otros influir en las orientaciones estratégicas y técnicas de los diferentes actores del norte, con la finalidad de mantener efectivamente en el corazón del sistema los intereses de los pequeños productores, para que el comercio justo siga siendo ante todo una herramienta de desarrollo para las poblaciones rurales marginadas.
A raíz de la presentación de hitos históricos del comercio justo y de sus principales evoluciones a lo largo de estas dos últimas décadas, el análisis del impacto generado por el comercio justo sobre las familias de productores, sus organizaciones y sus territorios, aterriza en este texto de referencia en la presentación de las estrategias de acción de AVSF para un comercio justo al servicio de las organizaciones campesinas.
