¿Puede contribuir la agricultura por contrato al fortalecimiento de las agriculturas campesinas y a la soberanía alimentaria de las poblaciones de sur?
Desde varios años, el desarrollo de distintas formas de contratación, o de « agricultura por contrato », entre campesinos y empresas agroalimentarias es una de las evoluciones más notables de los sistemas agrarios y alimentarios mundiales. Además, tratados comerciales se desarrollan en ciertos territorios, entre campesinos trabajando de forma individual u organizada y diferentes operadores económicos (mayoristas, transformadores, exportadores…). Se trata de acuerdos sobre la producción y el abastecimiento de productos agrícolas según condiciones y precios previamente establecidos. En un contexto de masificación y de estandarización de la alimentación, y en el que hay que cumplir con exigencias cada vez más estrictas de calidad, higiene y trazabilidad, las empresas ven en aquella contratación una manera de controlar y asegurar sus abastecimientos para garantizar volúmenes, estándares de calidad (ante todo respecto al calibre y al higiene), modos de producción e incluso precios.
Es necesario recordar que existen diferentes formas y definiciones de la agricultura por contrato. Aquí, estamos hablando del modelo de alianza comercial, muy frecuente en los países en desarrollo, caracterizado por préstamos de «insumos» – semillas, abono, crédito o servicios de vulgarización– consentidos por una empresa a campesinos individuales o a una organización de campesinos a cambio de derechos de compra exclusivos de volúmenes predefinidos de la cosecha, bajo reserva del respeto de un pliego de condiciones en términos de calidad estándar. Esta aclaración es esencial puesto que algunos circuitos cortos entre campesinos y consumidores, implicando algunas veces entidades públicas e incluso pequeñas y medianas empresas (PYME), también pueden ser denominadas por la expresión « agricultura por contrato » cuando aquellos circuitos se basan en lógicas opuestas al modelo que tratamos aquí.
Este documento fue redactado por AVSF, miembro de la Comisión Agricultura y Alimentación (C2A) de “Coordination Sud” : reagrupa a las ONGs de solidaridad internacional que obran en pos de la realización del derecho a la alimentación y de un apoyo reforzado a la agricultura familiar en las políticas que revisten un impacto sobre la seguridad alimentaria mundial.